PEDRO NEL PINEDA GÓMEZ



 Pedro Nel Pineda Gómez.

Nació en Jericó (Boyacá), en las cumbres de la cordillera oriental, el 15 de Abril de 1.964.

Recopilador de memoria histórica, poeta y prosista, escritor de monografías, cuentos y leyendas.

o   Participó en la convocatoria: “Colombia entre líneas” en la Radio Nacional de Colombia

o   Festival Nacional e Internacional de la palabra de Aesbo, años 2020 y 2021 y Boyacá se escribe en verso.   

o   Lecturas urgentes de poesía Boyacá, Sogamoso, 2019.

Colaboraciones para:

o   Empresarios efectivos de la Cámara de Comercio de Duitama

o   Letras Boyacenses, de la ASOCIACIÓN DE ESCRITORES BOYACENSES - AESBO. 

o   Boyacá 7 días, Especial Halloween Historias de Espanto, 31de Octubre de 2020, como Autor del artículo: “En Jericó, brujas que bailan, fantasmas y leyendas” https://boyaca7dias.com.co/2020/10/31/en-jerico-brujas-que-bailan-fantasmas-y-leyendas/

o   Escritor invitado: Domingos de Cuento y poesía el 14 de febrero de 2021. https://boyaca7dias.com.co/2021/02/14/bilingue-cuento-y-sobra-un-cafe-poesia-pedro-nel-pineda-gomez-domingosdecuentoypoesia/

Miembro de la Asociación de Escritores Boyacenses – AESBO.

Libros publicados:

o   DE MIS CUMBRES ANCESTRALES, impreso en la Corporación Cultural Alejandría, Tunja, 28 de Octubre de 2018. ISBN: 978-958-48-4969-4.

o   JERICÓ BOYACÁ – MEMORIA HISTÓRICA DEL BICENTENARIO, impreso en Buhos Editores, Tunja, Octubre de 2021. ISBN: 978-958-49-4025-4.

o   Coautor del libro: BAJO LA PANDEMIA, Tunja, Diciembre de 2020. ISBN 978-958-49-0883-4.

 

En la actualidad publica sus creaciones en el Blog “El Tintero en el Balcón” https://eltinteroenelbalcon.blogspot.com/

 

EL INTERROGANTE

 

Pasados unos días, vuelvo a la tumba;

hay flores marchitas, otras frescas;

han pasado unos días de dolor y llanto,

de especulaciones, misterios y tristeza.

Allí yace el cadáver de un amigo.

Junto a su nombre fecharon una estrella

-          “nacer y morir es un camino” -

Junto a una cruz, marcaron otra fecha.

 

Hay un signo invisible que rodea la escena,

el interrogante que no tiene respuesta:

¿Cómo pensaste salir de un problema

de una forma egoísta y tan violenta?

Si eras prudente, mesurado y fiel devoto,

si te vimos orando en los santuarios;

de causas sociales llevabas la bandera

y eras abierto, alegre y solidario.

 

Perdóname pariente, no te estoy juzgando.

No entendemos si fue depresión o ligereza…

¿Cómo fuiste capaz de hacerte daño?

Dejaste hundir el barco en la tormenta.

¿Por qué te encerraste? He visto tus amigos,

he visto familiares que lamentan

que, si hubieras comentado, hubieras dicho,

se hubiera buscado solución a esos problemas.

 

Vivir no es fácil. Es muy complejo…

Cada quien lleva el yugo de su vida.

Puede haber a tu lado personas poco fieles

o muchos que te aplican sal en las heridas.

Y si algunos amigos te fallamos

hubiéramos recibido tus reclamos.

Al descubrirse una crisis si la tuvieses escondida

muchos, dado el caso, se hubieran apartado.

 

Ya es inútil barajar las conjeturas,

pero tú eras frentero y valeroso,

hubieras aceptado una derrota.

Hubieras vuelto a empezar en tu trabajo,

hacer un rediseño, afrontar la bancarrota;

volver a roles de peón o de veguero,

sufrir muchos desprecios, estar aislado,

vencer tu orgullo, pero seguir viviendo.

 

Nunca es el suicidio, la salida.

Hoy solo por virtudes te recuerdan.

Falta tu risa galopando en la llanura,

tus reclamos y gritos de soberbia,

ganadeando, no escuchamos tus arengas,

falta tu abrazo y la voz de bienvenida,

en la tribuna hace falta tu protesta

y en la manga de coleo escasea tu faena.

 

Recordando que aceptabas el debate,

escuchar tu respuesta ya quisiera;

con respeto por tu ser y tu memoria

te digo lo que pienso en esta escena:

¡Te equivocaste, no era esa la salida!

Fue tu decisión sorpresiva y muy ligera.

Con lágrimas que resbalan por mi rostro, ´

-          Discúlpame pariente, ¡ASÍ NO ERA!

 

Escritor: Pedro Nel Pineda Gómez


ANDANDO SE PASA EL DÍA

Pueblo que no tenga bobo

Es un pueblo desabrido

Porque el bobo es en el mundo

El hombre más divertido…

Así comienza el torbellino “Coñoñoco”, del maestro Héctor José Vargas que honra a este personaje de Moniquirá, que es recordado por historiadores, gestores culturales y la misma comunidad. En aquella época no había médicos en la mayoría de los municipios del país, ni la mínima preocupación por estudiar las limitaciones motrices, psicológicas, mentales, o las dificultades que algunos niños manifestaban en su desarrollo. Ni en la casa ni en la escuela había esas consideraciones y con los métodos tradicionales incluidos castigos severos, gritos y regaños se pretendía nivelar a estos niños con los más rendidores e inteligentes. Algunos de ellos por sus limitaciones más notorias, ni siquiera eran llevados a los planteles educativos, y se convertían en serviles del hogar, encargándoles los trabajos de cuidar las ovejas y ganados, cargar el agua de las quebradas para las cocinas, recoger y llevar a la espalda bultos de leña, pastos o cosechas y luego lo mandaban concertado al servicio de los patrones o a jornalear, muchas veces a ser víctima de explotación y tratos denigrantes.

Tampoco había prevenciones a la hora de referirse a ellos, no se medían los términos por despectivos, ultrajantes ni se consideraban como hechos de discriminación.

De manera más puntual, recuerdo a Luis a quien en el pueblo todos conocíamos por el apodo “Miracielo”, quizás porque siempre andaba con rapidez cuando no llevaba maleta a la espalda, un poco encorvado, pero con la frente levantada y dirigiendo su mirada hacia las nubes. Usaba los pantalones que otros le regalaban y casi siempre la bota le quedaba a la mitad de la pantorrilla; andaba descalzo o llevaba las cotizas amarradas con cabuyas, piolas o cordones igual que su sombrero. Vivía con la mamá, en una casita de piedra y paja, siempre respetuoso, saludando sonriente a las personas por su nombre, con diminutivo.

Así vivió Luis: siempre estaba cargando bultos de leña a la espalda desde largas distancias por agrestes caminos, zurrones con abono desde los chiqueros para los lotes de cultivo o bultos de grano de las eras donde se hacía la trilla a las viviendas. Siempre caminando, a veces corriendo. Cuando los patrones le reclamaban que no le rendía con relación al tiempo que gastaba, contestaba “andando se pasa el día”.

Esta frase me lleva a reflexionar y le encuentro mucho sentido, pues al buscarle sinónimos: “andando se pasa el tiempo”, “corriendo pasan los días”…las semanas, los años, el reloj nunca cesa su rítmico tic tac, y al propósito también decían los abuelos, no hay plazo que no se cumpla… De hecho, también Luis pasaba el día caminando. Considero que estos seres en medio de tan despectivos señalamientos tratándolos de “bobos” expresaban ideas y en su manera de hablar, vivir o actuar terminaban por dejarnos buen ejemplo y muchas enseñanzas.

Estos seres con su atuendo, su personalidad, obediencia, con su cargamento de miseria en el aspecto material y el sometimiento a que otras personas los han condenado, han dejado en la historia de los pueblos una gama de personajes folclóricos inolvidables que han sido protagonistas y testigos de nuestras vivencias; Es oportuno recordar a La Loca Margarita y el bobo del tranvía en Bogotá, Pastrana o Agustín en Socotá, Clodoveo en Jericó, y muchos más.

En la actualidad, hay rutas de atención, redes de apoyo, profesionales en las Empresas Sociales del Estado, (médicos, psicólogos, trabajadores sociales),  grupos interdisciplinarios en las Comisarías de familia, en la Policía y otras entidades para atender a las personas que tienen esta condición especial, se hace una preparación a las familias para que los llenen de amor, respeto y muchos cuidados, así mismo en las Instituciones Educativas, y así se forman grandes seres humanos, insuperables técnicos y profesionales.

En cuanto a muchos personajes que fueron habitantes de calle con toda una caracterización en su personalidad, el atuendo, la jerga y su filosofía, y que han sido internados en asilos para ofrecerles dignidad, atención, respeto y cuidados, es lo más justo que los gobiernos y la sociedad podemos hacer por ellos y ojalá que vivan muchos años con buena salud.

Pero en el aspecto folclórico y cultural de los pueblos ellos han dejado un vacío, pues dicho nuevamente fueron protagonistas de muchas vivencias, como lo escribí al finalizar un poema titulado “Agustín, siete tazas de nostalgia” dedicado al persistente caminante de la provincia de Valderrama, que ya es atendido dignamente en un asilo.

Ojalá volvieras

Con ese cargamento de sonrisas…

Ojalá volvieras a pasear por la Provincia

Más no como pregón de la indigencia.

  

  Pedro Nel Pineda Gómez

 

 SOBRA UN CAFÉ 

(Del libro: De mis cumbres ancestrales)


Muchedumbre agitada

presiones, estrés y mil afanes

dinámica de ciudad, tiempo implacable

soledad ambulante

personas en masa

nadie para nadie.

Multitud de seres solitarios

yo voy ahí, la gente pasa…

Quizás muchos quieran compartir

hay desconfianza,

me siento agredido

yo quiero compartir, no lo consigo

tengo cosas qué contar

tal vez un chiste o un acertijo.

Reservo un lugar,

busco café, dos tazas sirvo;

Se acaba mi ansiedad:

sobra un café… falta un amigo! 

Pedro Nel Pineda Gómez


SE BORRÓ EL POEMA

 

Se borró el poema

que ayer escribí con amor

sobre la arena.

 

Una ola perversa

Inquieta y bromista

-          un beso del mar a la playa –

con alas de brisa

el grafitis borró.

 

Quedó mudo el verso,

y una página en blanco

frente a mí, contigo a mi lado;

y frente al poeta:

un beso fugitivo

solfea en la cresta

de una ola inquieta.

.

Ahí está la playa

y para amarte, yo.

Nos sumergiremos

en el mar apacible

atados por lasos de amor.

Y así escribiremos,

otros versos, los dos.

Pedro Nel Pineda Gómez

 

EL MICHE Y LA HISTORIA DE DON ANISETO CAÑAS

 

(Del libro: JERICÓ BOYACÁ – MEMORIA HISTÓRICA DEL BICENTENARIO).

 

Es un secreto, Sssssshhhhh!… con el dedo en los labios les digo, que no se puede contar. En las veredas de Guáquira, Chusvitá y Bácota, aparece en ocasiones un delicioso aguardiente blanco aromatizado con anís y un brandy que hacen con cabeza de chivo: “el miche”.

Don Camilo Torres Montoya, residente en la vereda de Tíntoba, recuerda un cuento que con algunas variantes voy a relatar, porque la memoria puede fallarme, es como sigue:

Que siempre el miche ha sido perseguido por las autoridades, aunque algunos funcionarios también han llegado preguntando por él para consumirlo. Hace muchos años la policía y los agentes del Resguardo de Rentas Departamentales, estaban controlando de cerca la fabricación y el consumo de esta bebida y sancionaban con multas y cárcel a quien encontraran con cualquier cantidad de ese licor.

Algunos productores de miche, tenían que entregar un pedido de trago que tenían vendido en la cabecera municipal, y como por los caminos salían los agentes, se pusieron a pensar como transportarlo sin que se dieran cuenta, así que planearon realizar un funeral. De Bácota salió todo un convite para el entierro. Adelante venían unas personas con una carga de leña y alimentos. Enseguida un señor con una cruz al hombro, con las iniciales del muerto; luego venían los cuatro cargueros con un ataúd amarrado con rejos a los dos yugos; y enseguida la viuda, las comadres y más personas que lloraban a grito herido; y evidentemente, se encontraron el retén. Los agentes se sensibilizaron con el cortejo, dieron un sentido pésame a la viuda y una lágrima rodó por sus mejillas, y preguntaron cómo se llamaba el muerto: Ellos contestaron:

-       Don Aniseto Cañas.

Sin problema ninguno los dejaron pasar, y al llegar al pueblo abrieron el cajón y sacaron los calabazos, recipientes y barriles. Resucitó don Aniseto Cañas.

Pedro Nel Pineda Gómez


AGUSTIN: SIETE TAZAS DE NOSTALGIA

(Del libro: De mis cumbres ancestrales).


 

Te extrañamos, caminante.

Taza por taza me bebo la nostalgia

ya no vienes, visitante:

a mostrarnos tu sonrisa de paje indiferente;

te extrañamos! …. Ambulante.

ya no traes a la mano la vajilla

y todo el ropaje en el hombro, sin ropero

y las cobijas para ir de pueblo en pueblo;

con esa figura tú inspiraste

a muchos vendedores de fina lencería.

 

Has recorrido más de medio Valderrama

y conociste mejor esta provincia

que muchos políticos que vienen en campaña,

y ganan las curules y vuelven sin noticias,

y nos miran con la misma indiferencia

copiando tu sonrisa y llamado a la paciencia

y  más de promesas y discursos… soluciones, nada.

 

Con esa parsimonia, paso a paso

tantas veces visitaste el marrano del Soapaga,

el tren minero, el río contaminado,

la estatua de Bolívar y el cóndor de los Andes;

el oticón de Socotá fue tu techo, fue tu manta,

bajo lluvia en inviernos cruzaste Peña Blanca

aunque las piedras bajaran en cascada.

Y en Jericó, en la Cima de Colombia

te cubriste en corredores, sin quejidos ni protestas

y dormiste la siesta al medio día

junto a las torres del templo que acarician con sus astas

las nubes que viajan o se quedan.

 

Nada te importaba, si había fiestas

nada te importaban los disgustos de vecinos;

ni funerales, ni problemas, ni falta de moneda

solo importaba que existieran los caminos.

 

Ya tienes un albergue

y abandonaste el equipaje de miseria

te tratan con respeto que merece un ser humano

también mereces cariño y asistencia. 

 

Ojalá volvieras

con ese cargamento de sonrisas.

Pago por saber cuál es la cifra

que el cuentakilómetros de tus pies registra.

Peatón de pies descalzos,

actividad física y dieta y buena vida….

ojalá volvieras a pasear por la Provincia

más no como pregón de la indigencia.

 

Pedro Nel Pineda Gómez   

 

TODO UN CABALLERO

 

(A las carcajadas estruendosas y desparramadas de don Francisco Fuentes Medina, cuando contaba lujuriosas anécdotas, y al corrillo que formábamos con Mauricio Fuentes Panqueva  y Pedro José Martínez Cuevas, para escucharlo).

 

Después del coito, toda una faena esporádica vespertina, aquel godo destacado de mil batallas, se vestía en el sopor de una habitación amplia que estaba en la penumbra.

Fue un encuentro sexual furtivo, poco romántico, más bien casual y hasta inesperado para los dos. Con una mujer madura que pasó frente a su casa sin que hubiera cita previa, intercambió palabras galantes, un par de chistes, algunos recuerdos de sus vidas y anécdotas de momentos compartidos, hubo susurros al oído y caricias prudentes y delicadas; le brindó un par de copas de licor de relativa calidad, un abrazo extendido y una invitación a seguir al aposento.

No hubo tanto romanticismo en el preludio, tampoco prebendas. No cupo en la correcta manera de comportarse, la posibilidad de ofrecer dinero a cambio de amor y de placeres, según lo expresaba en las acostumbradas tertulias de su otoño.

Con su trato caballeroso y muy decente consiguió en poco rato de conversación, lo que otros no lograron en más de media vida de inútiles invitaciones a cenar, muchas veladas, esquelas perfumadas que terminaron en la hormilla, rosas que se marchitaron en jarrones de cristal, y muchas promesas y detalles.

Al ponerse el sombrero, con sus dedos alisó sus canas, volvió a mirar a la dama y con su tono pausado de cualquier conversación le dijo:

-          Muchas gracias , Raquel.

Ella también se vestía. Con los ojos brillantes y la expresión de su rostro que reflejaba mucha satisfacción le respondió:

Ayy!... Que Dios se lo pague a usted, señor Orozco, porque yo también tenía ganas!  

 

Pedro Nel Pineda Gómez

 

¡CUÁL IDENTIDAD!

(Del libro: De mis cumbres ancestrales)

Nuevos ritmos,
nueva moda:
¿Vestirse? o desvestirse….
poca tela, poca ropa,
muchas marcas, estampados
y estrafalarias maneras de lucir.
No hay tiempo para dialogar,
la preocupación por vivir
ya no te deja pensar.
Solo debes copiar otros modelos
y hacer jactancia de ser original;
solo debes comprar imagen
pagar, gastar, entregarte a disfrutar.
¿Quién quiere leer?
¿Quién quiere buscar a Dios?
¿Quién quiere ayudar a los demás?
¡Sólo si toca! No por voluntad.
No hay tiempo….
Si pudieras hablarme, ¿qué me dirías?
que el amor es anacrónico,
que vale el sexo y el placer,
que el amor está en la casa del anciano
y otros lo han llevado a sepultar.
¿Que eres muy original?
quiero entenderte. ¿Cómo te enamoras?
¡Ah! Amores fugaces:
Amor de motel, amor de discoteca,
amor de carnaval;
besos prolongados y ardientes
que son solo actualidad.
Solo hoy… solo ahora…
el mañana es cosa del azar.
Si no hay orden en tu vida
¿Qué puedes esperar?
Alguien mayor que tú
lo puede predecir:
noches sin aurora
vías sin destino
seres sin alma
cuerpos solitarios
que ni la sombra los quiere acompañar;
personas, parejas inestables,
temperamentos templados, indomables,
ajenos a toda tolerancia
distantes del concepto solidario de la paz.
¡Violencia que vaga!
Hogares sin hoguera
fogones sin calor;
niños sin padre, madres sin hijos,
vientres que no quieren concebir.
¡Vientres que fecundan
y mentes perversas y asesinas
que truncan nuevas vidas sin dolor!
¿Accidentes? ….
Accidentes que lloran…
Accidentes que piden qué comer,
cuidados, medicinas y empiezan a crecer.
Y quizá en el futuro, carentes de afecto
otras barcas a la deriva llegarán a ser.
¿Corrige tu rumbo!
Ama, sueña, estudia, piensa….
¡Déjate amar y acariciar de las manos de mamá!
¡Déjate proteger de los brazos de papá!
Esas huellas dejadas por el tiempo
son íconos de experiencia que tú puedes explorar.
Alguien dirá:
No tengo padre o fui abandonada por mamá…
pero hay muchos seres buenos
que te quieren orientar,
seres que aman y con brillo en sus pupilas
en franco abrazo te quieren estrechar.
En el prójimo que avanza taciturno
pueden la comprensión y el cariño desbordar.
Identidad:
Ícono del derecho que te da la sociedad
cimiento estructural de tu personalidad;
pero si abusas en el plan de independencia
con ansias de excesiva libertad
puedes caer al limbo de inconciencia
donde otros han llegado a perecer.
Aquí estamos:
aunque imperfectos tenemos algo qué enseñar
viaja despacio,
camina paso a paso
la vida es hermosa,
de manera sana la puedes disfrutar.


Pedro Nel Pineda Gómez

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