BEATRIZ PINZÓN DE DÍAZ


 Beatriz Pinzón de Díaz.

Nació en Chitaraque (Boyacá). Bachiller del Colegio de Boyacá en Tunja. Licenciada en Psicopedagogía y Filosofía. Magister en ciencias de la Educación con Especialización en Orientación Profesional y Consejería Escolar de la U.P.T.C.

Es miembro de la Asociación de Escritores Boyacenses. Integra el grupo "Mujer palabra y Poesía". Pertenece a la "Mesa Redonda Panamericana de la Mujer en Tunja". Es Miembro Correspondiente de la "Academia Boyacense de la lengua".

Autora de los libros de poemas: "Gotas de Miel", Mujer Ecos de la Paz", "Versos del Alma" y "Caña de Azúcar Aroma y Dulzor. Coatura del libro "Mujer Boyacense. Antología Poética"(volúmenes 1 al 6) y "Mujer Antología Poética".


RUBÉN DARÍO Y SU LIBRO “AZUL” 


Félix Rubén García Sarmiento nació el 18 de enero de 1867 en Metapa, Nicaragua.

Fue Poeta, Periodista y Diplomático. Llamado: “El príncipe de las letras y el padre del Modernismo Literario”.

Sus padres, Manuel García y Rosa Sarmiento se despreocuparon por su educación. Una tía materna llamada María Bernarda y su esposo el coronel Félix Ramírez Madregil, lo cuidaron.

La niñez de Rubén Darío transcurrió en la ciudad de León. Asistió a varias escuelas y luego pasó a educarse con los Jesuitas.

Inició su labor poética a los 13 años.

Viajó a Salvador, Chille, Argentina, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, México, Europa y al Norte de África.

Francisco Gavidia lo introdujo en la poesía romántica y parnasiana (Víctor Hugo). Tuvo contacto con Benavente, los hermanos Machado, Unamuno, Azorín, Baroja y Juan Ramón Jiménez. 

Escribió: Abrojos y Rimas, Azul, Prosas profanas, Cantos de vida y esperanza, Los motivos del lobo, El canto errante, Poesía, Los raros, Tierras solares, Antología verso y prosa, Tan bonita Margarita, La princesa está triste, Cuentos completos, España contemporánea, Poesías completas, Cuentos fantásticos, Canto a la Argentina, Va a arder París, Peregrinaciones y otros.

 Su obra AZUL (l888), es considerada como precursora del Modernismo. La escribió a la edad de 20 años.

Son cuentos y poemas que reflejan su concepción panteísta de la naturaleza, el sensualismo y la importancia del romance.    

Parece ser que Rubén Darío titula su libro AZUL influenciado por la frase de Víctor Hugo, quien afirma: “L´art  c´est  l´azur”, el arte es azul, lo etéreo, lo infinito, la serenidad del cielo sin nubes, la luz difusa, la amplitud sin límites donde nacen, viven, brillan y se mueven los astros. No obstante, el autor dice: “Mas el azul era para mí el color del ensueño, el color del arte, un color helénico y homérico, color oceánico y firmamental”.

La obra consta de los cuentos: El Rey Burgués, El Sátiro Sordo, La ninfa, El fardo, El velo de la Reina Mab, La Canción de Oro, El Rubí, El Palacio del Sol, El Pájaro azul, Palomas blancas y Garzas Morenas. Entre los poemas tenemos: Primaveral, Estival, Autumnal, Invernal, Anagke   y Pensamiento de otoño.

En este libro se vislumbra sus conocimientos de la antigua literatura griega, la literatura francesa, su espontaneidad, gran imaginación y sed de lo eterno.

Dice el autor: “Azul es una obra que contiene la flor de mi juventud, de mis primeras ilusiones y que está impregnada de amor al arte y de amor al amor”.

 El cuento El Rey Burgués expresa la protesta del artista soñador y poeta contra el hombre práctico, seco y la tiranía de la riqueza. Sostiene: “He acariciado a la gran naturaleza, y he buscado el calor ideal, el verso que está en el astro, en el cielo, y el que está en la perla, en lo profundo del océano…” “Señor, el arte no está en los fríos envoltorios de mármol, ni en los cuadros lamidos…” (Pág. 61).

 En el Sátiro Sordo, el sentimiento por la naturaleza se desborda: “La selva era enorme. La alondra era saludada por los primeros rayos de la aurora: bebía rocío en los retoños. Se deleitaba con un beso del sol:  era amada por el lucero de la mañana…” (Pág. 65).

 En la Ninfa, su lenguaje enlaza lo natural con su imaginación: “Surgió la Ninfa del estanque, semejante a Citerea en su onda, recogiendo sus cabellos, que goteaban brillantes, corrió por los rosales, tras las lilas y violetas, más allá de los tupidos arbolares…” (Pág. 74).

 El cuento El Velo de la Reina Mab, transluce una imaginación fluida.  Hace énfasis en la importancia de los sueños y la esperanza: “La reina Mab, en su carro hecho de una sola perla, tirado por cuatro coleópteros de petos dorados y alas de pedrería, caminando sobre un rayo del sol, se coló un día por la ventana de una buhardilla, donde estaban cuatro hombres flacos, barbudos impertinentes, lamentándose como unos desdichados.” (Pág. 83). 

El Rubí, es un cuento donde exalta magistralmente las fuerzas vivas y creadoras de la naturaleza, la fecundidad del alma de la tierra, su vientre del cual brotan los rubíes y piedras preciosas: “Porque tú, ¡Oh madre tierra!, eres grande, fecunda de seno inextinguible y sacro, y de tu vientre brota la savia de los troncos robustos, y el oro y el agua diamantina y la casta flor de lis.” (Pág. 102).

 La Canción de Oro, contrasta el oro deslumbrante de los Palacios y joyas de las damas con el harapiento mendigo o quizá poeta. Dice: “Cantemos el oro, calificado de vil por los hambrientos; hermano del carbón, oro negro que incuba el diamante; rey de la mina, donde el hombre lucha y la roca se desgarra…” (Pág. 92).

 El Fardo, refleja la escuela naturalista. “Allá lejos, en la línea como trazada con un lápiz azul que separa las aguas de los cielos, se iba hundiendo el sol, con sus polvos de oro y sus torbellinos de chispas purpuradas…” (Pág. 77).

 El Palacio del Sol utiliza la técnica impresionista con adjetivos brillantes y la descripción de lugares irreales. “…no bien había tocado el cáliz de la flor, cuando de él surgió de súbito un hada, en su carro áureo y diminuto…” (Pág. 104). 

En Palomas Blancas y Garzas Morenas, parece ser que el tema es autobiográfico. “La pálida claridad nos iluminaba. El ambiente nos llevaba perfumes tibios que a mí se me imaginaban propicios para los fogosos amores.” (Pág. 118).

 El Pájaro Azul, es un relato con un trasfondo Psicológico. “Camaradas: habéis de saber que tengo un pájaro azul en mi cerebro; por consiguiente…” (Pág. 110).

 Rubén Darío en sus poemas utiliza un lenguaje metafórico, y el uso de imágenes y lugares exóticos.

Destaco AUTUMNAL, en donde habla de la aurora, el viento, las flores, la cima:

 

“El viento arrastraba rumores, ecos, risas,

murmullos misterio, aleteos,

músicas nunca oídas”.

 

“El hada entonces me llevó hasta el velo

   que nos cubre las ansias infinitas,

   la inspiración profunda,

   y el alma de las liras.

   Y lo rasgó. Allí todo era aurora.

En el fondo se veía

un bello rostro de mujer”.

 

Anexo el Soneto titulado VENUS, publicado en el libro “AZUL”:

 

VENUS

 

En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría.

En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.

En el bello cielo Venus bella temblando lucía,

como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.

 

A mi alma enamorada, una reina oriental parecía,

que esperaba a su amante, bajo el techo de un camerín,

o que, llevada en hombros, la profunda extensión recorría,

triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín.

 

“¡Oh, reina rubia! Díjele, mi alma quiere dejar su crisálida

y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar;

y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida,

 

y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar”.

El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida.

Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.

  

Fragmento del poema PRIMAVERAL:

 

“Mes de rosas. Van mis rimas

en ronda, a la vasta selva,

a recoger miel y aromas

en las flores entreabiertas.

Amada, ven. El gran bosque

es nuestro templo; allí ondea

y flota un santo perfume

de amor. El pájaro vuela

de un árbol a otro y saluda

tu frente rosada y bella

como a un alba; y las encinas

robustas, altas soberbias,

cuando tú pasas agitan

sus hojas verdes y trémulas,

y enarcan sus ramas como

para que pase una reina.

¡Oh, amada mía! Es el dulce

tiempo de la primavera.

 

Mira en tus ojos los míos:

da al viento la cabellera,

y que bañe el sol ese aro

de luz salvaje y espléndida.

Dame que aprieten mis manos

las tuyas de rosa y seda,

y ríe, y muestren tus labios

su púrpura húmeda y fresca.

Yo voy a decirte rimas,

tú vas a escuchar risueña;

si acaso algún ruiseñor

viniese a posarse cerca,

a contar alguna historia

de ninfas, rosas o estrellas,

tú no oirás notas ni trinos,

sino enamorada y regia,

escucharás mis canciones

fija en mis labios que tiemblan.

¡Oh, amada mía! Es el dulce

tiempo de la primavera.”

 

Rubén Darío influyó en la literatura castellana de su época. El Modernismo se consolidó a partir de él.

 Falleció el 6 de febrero de 1.916. El gobierno de su País decretó duelo nacional. El pueblo Metapa en su honor adoptó más tarde el nombre de la ciudad DARÍO.

  

BIBLIOGRAFÍA 

AZUL, Rubén Darío. Clásicos Universales.  Edicomunicación, S.A. (Barcelona) htttps.

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SOLEDAD


¡Compañera de camino!


Solitaria amiga,

siempre estás ahí,

en mi vida,

anidada en mi corazón.


Me abrazas en las noches

frías y de insomnio;

secas mis lágrimas

causadas por el dolor.


Vuelas conmigo

a la incertidumbre;

esperas en mi ventana

el amor ausente.


Eres arena en mi desierto,

voz en mi silencio,

morada de mi conciencia,

talladora de mi espíritu.


Caminemos en el esplendor

y subamos juntas

los peldaños hacia la eternidad.


Beatriz Pinzón de Díaz

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